Reivindicando al empleado público

El chivo expiatorio Con la crisis económica-financiera que nos azota, el empleado público, es decir todo aquel trabajador por cuenta ajena que está al servicio de la Administración Pública, sea funcionario, laboral o eventual, se está convirtiendo en una especie de chivo expiatorio que debería pedir perdón por trabajar y estar al servicio de los ciudadanos. Se les recorta el sueldo en nombre de la “solidaridad” con los trabajadores del sector privado, con el argumento de que como tienen la plaza asegurada por vida, se pueden estrechar el cinturón. Es un argumento tan repetido, últimamente, por los políticos y otros estamentos de los poderes económicos, que está calando en la ciudadanía la visión de que los empleados públicos son una especie de casta privilegiada. Obviamente, un privilegio que únicamente se les podría atribuir al funcionario de carrera con plaza en “propiedad”, porque el resto, un número significativo, tiene el estatuto de cualquier trabajador. Ahora, desde l