Nuestro potencial como innovadores

Hoy en día, la innovación se ha convertido en una especie de invocación mántrica para enfocar y buscar la iluminación en una época de globalización, crisis financiera y recesión económica. La innovación se presenta como la panacea, la palabra fetiche, que en boca de políticos, “líderes” empresariales y gurús de diversas pelambreras que huelen a chamusquina, solucionará la mayoría de nuestros problemas, sin embargo, para una gran mayoría, el concepto de innovación les suena a cosa enigmática destinada únicamente a los iniciados. Olvidamos que uno de los de los aspectos que nos diferencia del resto de los seres vivos es nuestra capacidad de crear, producir y, sobre todo, adaptar el entorno a nuestras necesidades, es decir, nuestra capacidad de innovar. El ser humano no inventó el fuego, éste estaba presente en la naturaleza, pero desarrolló técnicas para encenderlo y conservarlo. El control del fuego, implico una serie de innovaciones que permitió a nuestros antepas