La puesta de largo del neofascismo en España
Estoy intentando exorcizar el éxito
electoral de Vox en Andalucía, y lo único que consigo es constatar que
estoy asistiendo a la puesta de largo del populismo neofascista en
España.
Ayer, 395.978 andaluces votaron sin
complejos por una fuerza política extraparlamentaria, xenófoba,
ultranacionalista y ultracatólica, cuyo programa aboga por eliminar las
comunidades autónomas, la expulsión de inmigrantes, la derogación de
leyes como la violencia de género, el aborto o la memoria histórica,
entre otras medidas. Lo más difícil de asimilar es que la gran mayoría
de esos votantes son esas personas con las que convivimos e
interaccionamos cordialmente en nuestro día a día.
No es un fenómeno andaluz, este
resultado, lamentablemente, augura un importante ascenso político de la
ultraderecha española en los próximos comicios europeos, autonómicos,
municipales y generales. La derecha española se ha dividido,
especializándose en tres partidos políticos que cubre todo su espectro
ideológico, desde el centro hasta su extremo más ultra. Una parte del
electorado potencial de Vox ya existía, solo que estaba cubierto por el
paraguas del Partido Popular. Es de señalar que, en estas elecciones
autonómicas andaluzas, Cataluña ha sido, en parte, un argumento unitario
de las fuerzas de la derecha favoreciendo, fundamentalmente, la cosecha
de los votos de Vox y Ciudadanos.
El independentismo catalán debería
empezar a preocuparse y tomar nota, ya tuvo un primer aviso en sus
últimas elecciones autonómicas después del intento de la declaración
unilateral de independencia, cuando el partido Ciudadanos se posicionó
como la primera fuerza en votos y escaños con un mensaje unionista. Vox
no se presentó. ¿Cuántos votos obtendrá Vox en las próximas elecciones
catalanas?
Tampoco es un fenómeno reciente, es
fruto de la lepenización social de las clases medias y humildes que se
arraiga en los efectos de la crisis del 2008 y las políticas de
austeridad asociales de las instituciones europeas. Aquí, la izquierda,
la antigua y la moderna, la extrema y la centrada, deberían realizar una
profunda reflexión y autocrítica de sus acciones y propuestas, muchas
de ellas con tintes demagógicos.
Es un fenómeno global que deriva las
frustraciones de millones de personas arrojadas a las cunetas del
sistema neoliberal hacia el odio, la xenofobia y otras fobias. Se
manifiesta con diversos liderazgos y formas (Trump, Bolsonaro, Le Pen,
Salvini, Strache, Orbán, …). En este punto es vital reivindicar la
memoria histórica y repasar las lecciones de los años treinta del siglo
pasado.
En cierta medida, hoy, en Andalucía, se
empezará a perfilar las tendencias de la política española, para los
próximos años, en una Europa mortecina.
El huevo ya ha eclosionado, la
culebrilla a dado paso a la serpiente, espero que no sea demasiado tarde
y acabemos sumidos en la exacerbación de la sinrazón y la barbarie.
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SALUDOS DESDE HERMOSILLO, SOMORA , MEXICO. ESPERO MAS PUBLICACIONES Y ANALISIS CRUTICO DE LA SITUACION EN EUROPA Y ESPAÑA- SALUDOS
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